Los vehículos a gas que luchan contra el cambio climático

El desafío que representa el cambio climático ha hecho tambalearse la vida tal cual la conocemos. Esta revolución ha llevado a todos los ámbitos del ser humano, incluido el de la movilidad.

Parece que uno de los puntos principales para frenar este reto planetario es avanzar hacia una reducción del carbono emitido a la atmosfera. Así que después de entrar con fuerza el vehículo eléctrico, otra revolución parece que ha llegado al mundo de transporte de la mano del gas natural.

Estudios especializados señalan que los vehículos a gas no generan prácticamente partículas sólidas. Además emiten menos ruido y generan en torno a un 30% menos dióxido de carbono que los derivados del petróleo, clave en este tema.

SIGLAS GNV

GNV es la abreviatura de gas natural vehicular. Dicho de otra forma, el gas natural que se utiliza como combustible para vehículos. Estas son algunas de sus características:

• Reducen las emisiones a la atmósfera de monóxido de carbono, dióxido de carbono y dióxido de azufre.
• Hacen menos ruido y combaten la contaminación acústica.
• Cuesta casi la mitad que la gasolina.
• Cuentan de facto con la etiqueta ECO que elude las restricciones de paso en lugares con limitaciones medioambientales.

SIGLAS GLP

GNP es la abreviatura de gas licuado del petróleo. No es un tipo de gas natural, como el caso anterior, ya que no precede de él. Se trata de un combustible gaseoso que se obtiene al refinar el petróleo. Está compuesto por butano y propano, y se almacena en estado líquido. Estas son algunas de sus características:

• Es hasta un 40% más barato que con combustibles tradicionales como la gasolina o el diésel.
• Está recomendado para su uso en ciudad.
• En la red viaria española podemos encontrar más de 50.000 vehículos GLP y más de 600 estaciones de servicio de este combustible.

Todo esfuerzo es poco cuando se trata se cuidar el único planeta habitable conocido y accesible que tenemos, de momento.