Desde el 1 de enero de 2021 todos los vehículos, o conjunto de ellos, de más de 3,5 toneladas, y todos los camiones deben lucir estas señales. Según indican las autoridades francesas, el propósito no es otro que reducir la siniestralidad.
Los nuevos adhesivos deben situarse tanto en los puntos laterales como en zona trasera, donde los conductores no pueden ver al resto de vehículos. Se permite una excepción para aquellos vehículos que morfológicamente no dispongan de espacio, como pueden ser las hormigoneras o los portacoches.
En números redondos podemos estimar que un camión tiene 20 veces la masa de un turismo tipo. A su peso y volumen, se suma la dificultad añadida que tienen estos vehículos, sobre todo si hablamos de compuestos y articulados, para operaciones de frenado o maniobra.
Los camioneros son conscientes de estas dificultades y de los puntos muertos de sus vehículos, pero quizás no son tan evidentes para el resto de usuarios de las vías. Estos distintivos son una llamada de atención acerca del peligro que suponen esos puntos que quedan invisibles al conductor.
Toda prevención es poca cuando están en juego vidas.