En esta entrada, exploraremos por qué se utilizan estos distintivos, los tipos disponibles, y dónde son obligatorios.
Los distintivos medioambientales de la DGT tienen como objetivo principal identificar el nivel de impacto ambiental de los vehículos. Estos distintivos permiten clasificar los coches según sus emisiones contaminantes y fomentan la utilización de vehículos más limpios y eficientes.
Además, contribuyen a la reducción de la contaminación atmosférica y promueven la movilidad sostenible en entornos urbanos.
La obligatoriedad de llevar el distintivo varía según las políticas locales de cada ciudad. En general, desde el 1 de enero de 2024 las ciudades de más de 50.000 habitantes (y en aquellos otros municipios de más de 20.000 habitantes que presenten niveles altos de contaminación) están obligadas a implantar una Zona de Bajas Emisiones (ZBE), según legislación.
A estas áreas no podrán acceder vehículos sin derecho a una etiqueta medioambiental, es decir, los de categoría A. Hay que tener en cuenta que en muchos casos todavía no se ha legislado sobre este asunto.
En la zona norte, en Euskadi esta obligatoriedad de implantar ZBE entra en vigor en Baracaldo, Bilbao, Getxo, Irún, San Sebastián y Vitoria. Y en Cantabria en Santander y en Torrelavega.
Donde las ordenanzas municipales ya han legislado, como Madrid capital, las multas por circular por la Zona de Bajas Emisiones sin el distintivo ambiental oscilarán entre los 100 y 1.800 euros.
Según indica Tráfico en su página web, «si no lo llevas visible, no vas a poder beneficiarte de las ventajas que conllevan los distintos distintivos». Entre ellas, acceder sin restricciones a las ZBE. 🌿🚗