Durante el verano, es común que los conductores se enfrenten al dilema de si es seguro, o incluso legal, conducir con sandalias. Aunque la normativa española no impone una vestimenta específica al volante, el tema no está exento de matices y posibles sanciones.
La normativa española, a través del artículo 18 del Reglamento General de Circulación, establece que los conductores deben mantener “la libertad de movimientos”, asegurando un control adecuado del vehículo en todo momento. Aunque no se menciona explícitamente la prohibición de conducir con chanclas, esta regla implica que cualquier prenda que pueda interferir con la capacidad de manejar el coche podría ser sancionable.
De hecho, la DGT recuerda que no existe una prohibición directa sobre el tipo de calzado en la conducción, pero si un agente considera que el uso de chanclas o cualquier otra prenda afecta a la seguridad, el conductor podría enfrentarse a una multa. Esta sanción puede alcanzar los 80 euros si se determina que el calzado inadecuado compromete la libertad de movimientos al volante.
La Guardia Civil, a través de un vídeo en TikTok, aclaró que conducir con chanclas está permitido, siempre que no interfiera en la conducción y no cause un accidente.
Sin embargo, la interpretación de este criterio puede variar, y varios usuarios en redes sociales han criticado la ambigüedad de la respuesta. A través de un mensaje en la red social X (anteriormente Twitter), la Guardia Civil enfatizó que, aunque no está prohibido específicamente, se podría sancionar a un conductor por no mantener la libertad de movimientos adecuada.
Si bien la normativa no especifica una vestimenta obligatoria, es recomendable llevar ropa y calzado que no limite la capacidad de reacción ante cualquier imprevisto. Conducir con ropa cómoda y sin obstáculos que interfieran con el uso del cinturón de seguridad o la visibilidad es clave para garantizar la seguridad vial. En este sentido, es mejor optar por un calzado que sujete bien el pie y evitar conducir con prendas que puedan dificultar los movimientos, como abrigos muy abultados o incluso el bañador en condiciones climáticas adversas.
Aunque la ley no prohíbe directamente el uso de chanclas al volante, es fundamental que los conductores mantengan la precaución y el sentido común para asegurar una conducción segura y evitar sanciones.