Hay distintas referencias acerca del origen de esta fecha. La que más se repite se remonta al 8 de marzo 1875, cuando un grupo de mujeres trabajadoras de una fábrica textil de Nueva York se declararon en huelga en protesta por las condiciones laborales inhumanas a las que estaban sometidas, incluyendo largas jornadas laborales de hasta 16 horas diarias y salarios muy bajos, en un ambiente hostil y peligroso.
La protesta terminó de manera trágica. La carga policial provocó la muerte de 120 trabajadoras. Este hecho tuvo una gran repercusión en la sociedad y llevó a una mayor conciencia sobre la necesidad de mejorar las condiciones laborales y de vida de las mujeres en todo el mundo.
En el año 1911, también en marzo y en Nueva York, se produjo un gran incendio en la fábrica de confección de camisas Triangle Waist Co, en la que trabajaban centenares de mujeres. La mayoría de ellas quedaron atrapadas dentro de la fábrica porque los propietarios habían sellado las salidas para evitar robos por parte de ellas. Esa madrugada, murieron 146 personas: 129 trabajadoras y 17 trabajadores.
Las telas con las que trabajaban las mujeres en esa fábrica eran moradas y, con el incendio, una gran masa de humo morado cubrió el cielo de Nueva York. La leyenda que rodea la tragedia, sostiene que es ese el motivo por el que el movimiento feminista está ligado al color morado.
Dentro de las mujeres que abanderaron esta lucha, están las mujeres pioneras al volante. A principios del siglo XX, el coche era considerado un símbolo de masculinidad y las mujeres eran vistas como incapaces de manejar vehículos motorizados. Estas primeras mujeres desafiaron los estereotipos de género y los prejuicios sociales para convertirse en las primeras conductoras del mundo.
Una de las pioneras fue Bertha Benz, quien en 1888 condujo el primer coche de larga distancia de la historia. Junto a su esposo, Carl Benz, quien había inventado el primer coche de gasolina, Bertha decidió demostrar que el automóvil podía ser una herramienta útil para la vida cotidiana. Condujo más de 100 kilómetros desde Mannheim a Pforzheim, en Alemania, en un coche que su esposo había construido.
Otra pionera fue Helene Zuylen que ilustra este artículo. Zuylen fue una aristócrata francesa del siglo XIX que se convirtió en la primera mujer piloto de carrera internación del mundo. Hace ya 125 años que Hélène tomó la salida para competir en la carrera París-Ámsterdam-París de 1898. Y no solo eso, además de su papel pionero al volante también lo fue en la aviación femenina.
Otra fue Dorothy Levitt, quien en 1903 ganó la carrera de velocidad de Blackpool en Reino Unido y se convirtió en la primera mujer en establecer un récord de velocidad en tierra. Levitt también escribió un libro de consejos para mujeres conductoras llamado “La mujer y el automóvil“. En él recomendaba llevar, entre otras cosas, un espejo para maquillarse. Su propuesta era para ver lo que ocurría detrás, lo que fue el precursor del espejo retrovisor.
En Estados Unidos, Alice Huyler Ramsey se convirtió en la primera mujer en cruzar el país en coche en 1909. Ramsey y sus tres amigas recorrieron más de 3.800 kilómetros en un Maxwell de 1908, desde Nueva York hasta San Francisco. Su viaje fue un hito para la igualdad de género en el mundo del automovilismo.
En Francia, Anne-Cécile Rose-Itier, más conocida como Gyp, fue la primera mujer en competir en carreras de coches y motos en 1901. Gyp se convirtió en una celebridad por sus hazañas al volante y su estilo de vida extravagante.
En España, la primera mujer que obtuvo el carnet de conducir fue Concepción Aleixandre en 1904. Aleixandre fue la esposa del director de una fábrica de coches en Madrid y se convirtió en una de las pocas mujeres en tener acceso a un coche en la época. También fue una de las primeras mujeres españolas en participar en carreras de coches.
En general, las mujeres pioneras al volante desafiaron los estereotipos y los prejuicios de género para convertirse en conductoras y competidoras en un mundo dominado por los hombres. Sus logros fueron un paso importante para la igualdad de género en el mundo del automovilismo y abrieron el camino para las futuras generaciones de mujeres.
Desde hace más de un siglo, el Día Internacional de la Mujer se ha convertido en una fecha para reconocer esos logros y desafíos que las mujeres enfrentan en su lucha por la igualdad y la justicia. Es un día para honrar a aquellas mujeres que han liderado el camino en la lucha por los derechos de las demás, y para seguir inspirándonos y luchando por un futuro en el que todas las personas puedan vivir libres de discriminación y violencia.
Cuando las mujeres, y esto es extensible a todas las minorías en desigualdad y en todos los ámbitos, tienen las mismas oportunidades y derechos que los hombres, todos y todas nos beneficiamos de una sociedad más justa, igualitaria y, sobre todo, próspera.