Nos encontramos en plena campaña de vacunación contra la Covid y ello nos lleva a pensar, ¿es la vacuna compatible con el volante? Las autoridades sanitarias, en un informe dirigido a profesionales, recomiendan hacer un seguimiento de las personas vacunadas los minutos siguientes a recibir la dosis para detectar posibles reacciones inmediatas.
El organismo oficial señala expresamente, además, que “debido al riesgo hipotético de síncope, los vacunados deben evitar conducir vehículos de motor en los 15 minutos siguientes a la vacunación”.
Parece que no se le da la importancia que merece al hecho de consumir fármacos y coger el volante. Sin embargo, la DGT alerta que el 5% de los accidentes que ocurren en carreteras españolas están relacionados con los efectos de los medicamentos.
La relación entre medicamentos y carretera no tiene por qué ser negativa por defecto. Hay determinados fármacos que controlan ciertas patologías y eso puede influir positivamente en la conducción. Sin embargo, advierte el mismo organismo que un 25% de los medicamentos autorizados en España puede influir en la conducción. Veamos cuáles son y cómo influyen.
Los fármacos que más pueden afectar en la seguridad vial son las sustancias psicoactivas como las benzodiacepinas, los hipnóticos y los opiáceos. También los antihipertensivos, los antidepresivos y los antihistamínicos.
Este conjunto de sustancias afecta sobre el sistema nervioso (SNC) y pueden producir somnolencia, disminución de la atención, visión borrosa o disminución de la capacidad de reacción al volante, entre otras cosas.
En los envases de los medicamentos que afectan a la conducción se incluye desde el año 2007 un triángulo rojo con un coche negro en su interior sobre fondo blanco, con la leyenda “Conducción: ver prospecto”.