Tener los faros del coche en plenas condiciones no es solo una cuestión estética, aunque también. Afecta directamente a la conducción y a la seguridad en carretera. En esta entrada veremos cómo devolverles la cristalinidad de una forma fácil y asequible: pulido de faros.
Los faros son uno de los puntos más importantes puesto que de ellos depende que la luz llegue a la carretera. Si están están dañados, por supuesto la solución más rápida es sustituirlos por otros nuevos.
El coste de esta operación supone mano de obra para la sustitución y el precio del propio faro, que según modelo y tipo de vehículo, puede oscilar entre los 250 € y los 600 € por faro.
En internet se encuentran infinidad de entradas que explican cómo realizarlo en casa. De hecho, hace poco se viralizaron videos en Tiktok que demostraban cómo hacerlo usando un limón y bicarbonato. Para su correcto pulido, además de destreza y experiencia, se requerirán herramientas profesionales que eviten en ellos un daño irreversible.
El proceso consiste en ir aplicando capas de pulido a través de una máquina pulidora con la que se consigue devolver las ópticas a su estado original y evitar así, cambiar el faro.
Mantener los focos de tu vehículo en buen estado es esencial, tanto que si no es así, podremos sufrir una falta leve en la Inspección Técnica de Vehículos. Con faros restaurados podemos circular con total seguridad y pasar la ITV sin ningún problema.
Como casi todo en la vida, es importante que este trabajo lo realicen profesionales para obtener un resultado de calidad.
En la carretera, ¡toda luz es poca!